lunes, 27 de abril de 2009

Es que me tiene manía...

Recuerdo que era nuestra frase más socorrida y sobada cuando a nosotros, siendo niños, nos tocaba entregar las notas. Y nunca funcionaba, por cierto. Aunque la usabamos igual. No importa. Pero nuestros padres sabían muy bien de qué iba esa peli. Y recuerdo con cariño, desde la distancia que te da el paso de los años, aquellos profesores a los que nos enseñaron que había que respetar y que sólo intentaban hacer su trabajo, cargados de una paciencia que, confieso, creo que nunca llegaría a tener. Y ahora veo la actitud que tienen las generaciones actuales hacia ellos y alucino. Alucino cómo han podido cambiar tanto las cosas y lo difícil que debe resultarles hacer ahora ese trabajo cuando han perdido gran parte de su autoridad. Y lo que más me sorprende es que apenas pueden contar con el apoyo de los padres. Todo lo contrario. Yo aún recuerdo a mis padres delante de ese profesor diciéndole "si le tiene usted que dar una galleta se la da". Obviamente no hablaban de mis hábitos de alimentación. Eso todos lo teníamos claro. Vale... lo se... no era necesario y nunca dí motivos para que me dieran ración extra en el colegio. Era otra época y otra mentalidad. Pero también era una manera de decirte: cuidadín. Lo que hacían, de alguna manera, era marcar el territorio. Lo que diga este señor va a misa. Y funcionaba.
Por supuesto jamás he estado a favor de la violencia ni creo que nunca haya sido bueno abusar de los cachetes. Pero ahora veo incrédulo a crios respondiendo con chulería e incluso amenazando a sus mayores. Y ojíto con tocarme o ponerme un dedo encima que te meto un puraco. Y ese padre que viene detrás ... tú, pavo, no toques a mi hijo.... que mi niño es de porcelana... y además ... me dice que le tienes manía.

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