martes, 26 de mayo de 2009

Pulsos

El cuchillo sube y baja a la velocidad del rayo. Con cortes rápidos y no tan precisos como uno desearía. Más rápido de lo que uno se sabe capaz de controlar. ¿Por qué tanta prisa? ¿Y este silencio? ¿Por qué he desconectado? ON. Chas, chas, chas chas ... de nuevo perceptible al oido el peculiar crujir de la patata en contacto con el filo, el chisporroteo del aceite ya caliente en la sartén, la respiración entrecortada. Y lo más importante. El leif motif del asunto. El quieropatatas, quieropatatas, quieropatatas, en pleno subidón de un moco que apenas levanta un metro del suelo y que exige satisfacción inmediata de una necesidad primaria. Que en este caso no es comer sinó cubrir un antojo. Quieropatatas, quieropata.. OFF. Vale, ya se porqué había desconectado. Vuelta al silencio mental. Ya recuerdo porqué me juego extensiones de mi persona en una lucha a contrapelo con una lámina de acero que parece sonreir cada vez que baja. Esta no te he pillado pero ya verás la siguiente, chaval. La noche es joven y promete. Que no es que no pueda prescindir de un dedo o incluso una mano. No es eso. Es que me van bien para hacer de tope del reloj. Si no se me cae. Bueno .. a lo mio. Patatas a la sartén. Venga dale caña. ON ...eropatatas, quieropatatas, quie - ya estaaaan, les falta un poooooco - ropatatas, quie... OFF. Madre mía. ¿Por qué tarda tanto esto? Esta paciencia solo son capaces de tenerla los padres. Herodes vuelve. Que visionario incomprendido se perdió el mundo de la canción. Ya están .. rápido al plato! ON. Venga a la mesa! ... plato puesto, tenedor en mano y sentencia. No, no quiero patatas. Quiero pescado. mmmcagnnntupelleeeejo. Cómo puede ser. Me vacila un retaco, a mi que soy un tio inteligente, que no se desdibuja con la presión. Cómete las patatas, no hay pescado. Pucherazo de morros y llanto de Oscar al mejor guión adaptado, actor y película. Pelín sobreactuado, eso si. Y el Oscar es para... el señor Mayer, que con sus salchichas salvan en el último momento la situación. Y tu allí, masticando las patatas que más te van a costar pasar en tu vida con la ironía de saber que tu también querías pescado. Y encima la salchicha ni me la dejó probar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario